Cambiar una manguera de refrigeración

La manguera de refrigeración o la manguera del radiador es un componente generalmente hecho de goma. Permite el suministro de refrigerante a los diferentes elementos del sistema de refrigeración y al motor. Esta manguera permite asegurar la refrigeración del motor mediante la circulación de un circuito de líquido. El anticongelante usado, que es más ácido, puede dañar las mangueras de goma.

Cambiar una manguera de refrigeración

Uno de los factores que pueden influir en la vida útil de una manguera de refrigeración es la diferencia de temperatura. Se producen variaciones muy grandes en el motor del coche. Las herramientas necesarias para cambiar una manguera de refrigeración suelen ser un destornillador plano o blando, unos alicates, una bandeja de drenaje, un trapo y un raspador.

Sin embargo, todavía se plantea la pregunta de para qué se utiliza exactamente la manguera de refrigeración. La gente necesita entender que hay varias mangueras de refrigeración en un coche. Su trabajo es llevar el refrigerante entre las diversas partes que componen el motor. Por supuesto, esto también sigue el patrón del sistema de enfriamiento.

La principal razón para reemplazar una manguera de refrigerante dañada es la fuga. Si una manguera de refrigerante está dañada, eventualmente tendrá una fuga. Esto lleva a una falta de refrigerante, que a su vez conduce a daños, ya que el motor puede recalentarse y pueden producirse problemas irreparables.

La importancia del refrigerante

Es importante saber que el sistema de refrigeración suele estar bajo alta presión. El papel de la manguera del refrigerante es transportar el refrigerante. El refrigerante, a su vez, ayudará a mantener una temperatura ambiente en el motor del coche.

Por lo tanto, el mantenimiento de una manguera de refrigerante es más que recomendable, especialmente si la manguera está dañada. Puede generar una grieta y una liberación total de refrigerante. Es necesario un control regular, ya sea para la manguera de refrigeración o el refrigerante.

Cada 50.000 kilómetros o cada 2 a 4 años, dependiendo del vehículo, el refrigerante debe ser reemplazado. Por supuesto, para drenar o purgar el refrigerante, es aconsejable utilizar una máquina especializada en el campo, como el Flash Cooling®.