El refrigerante de los coches es un elemento vital para asegurar el buen funcionamiento y la longevidad de un motor. Regula la temperatura del motor protegiéndolo de sobrecalentamiento y congelación.
La función del refrigerante
La función principal del refrigerante es mantener la temperatura del motor a 100°C para evitar el sobrecalentamiento en verano y actuar como anticongelante en invierno.
Su composición a base de agua, glicol y aditivos evita la corrosión.
Es importante tener en cuenta que el refrigerante pierde sus beneficios con el tiempo. Por tanto, es fundamental comprobarlo periódicamente y sustituirlo cuando deje de ser eficaz.
¿Cuándo hay que cambiar el refrigerante?
Según los fabricantes de automóviles, el refrigerante de los coches debe ser remplazado después de 2 a 4 años de uso. Es importante comprobar su estado cada 10.000 km. La eficacia del refrigerante puede disminuir por un cambio de color, un aumento o disminución del pH, o por la corrosión y/o la presencia de escamas.
Por lo tanto, es esencial para la fiabilidad y la longevidad de un motor sustituirlo regularmente.
¿Cómo elegir el refrigerante?
El refrigerante es un fluido compuesto de agua, aditivos y anticongelante. Si se dispone de refrigerantes universales, es preferible utilizar un refrigerante recomendado por el fabricante del vehículo. De hecho, algunas marcas de vehículos como BMW, Audi, Volkswagen, Renault, Peugeot, Citroën… recomiendan refrigerantes específicos para obtener el mejor rendimiento del motor.
Los indicadores asociados con el refrigerante
Hay dos luces de advertencia del motor en los salpicaderos de los vehículos asociadas específicamente con el refrigerante:
- El indicador del nivel de refrigerante
- El indicador de la temperatura del refrigerante
El primer indicador visual puede indicar al conductor que el nivel de refrigerante está empezando a bajar peligrosamente. En este caso es imperativo comprobar el nivel de refrigerante. Si el nivel parece ser correcto, el sensor de nivel ha fallado.
La segunda luz indicadora es mucho más importante. De hecho, cuando esta luz roja se enciende, significa que el motor del vehículo se está sobrecalentando. Seguir conduciendo a pesar de que esta luz se encienda puede causar daños irreparables al motor.